COLECCIÓN DE FOTOGRAFÍA DE NU MASCULINO DE ALEXIS W
Traballei coa obra de Alexis W. para criar a exposición A xanela (in)discreta para a que xuntamos dúas series -que a priori nada tiñan que ver- para favorecer novos diálogos entre pezas que eran xa parte da historia e acervo do atelier do autor. Foron moitas as conversas que se deron nese proceso curatorial para achegar posturas e dar coas mellores solucións da posta en parede. Nunha delas, descubrín a incrible colección de fotografía de Alexis, unha colección de nu masculino enorme que comezou desde moi noviño.
Cando comecei a traballar con esta colección como curador foi cando vin a magnitude: diferentes épocas (desde finais do s. XIX até os anos 70) e diversos soportes (fotogravados, diapositivas, postais, negativos de vidro…). Auténticas xoias que en moitos casos son pezas únicas e de autoría descoñecida.
O obxectivo era facer unha escolla que, posta en conxunto, reflexionase sobre a historia da representación do corpo masculino desde unha visión non eurocentrista e tentando fuxir dos cánons estéticos impostos polo sistema capitalista na actualidade.
Na exposición dispuxemos as imaxes atendendo á estética das imaxes e ao diálogo entre elas e sen autoimpornos unha orde cronolóxica ou formal. 450 fotografías orixinais en moi variados formatos (desde a menor de 3 x 4,5 cm. até a maior de 24,7 x 32 cm) encheron a Sala Fondos do Museo Municipal de Ourense, tanto as paredes como dúas vitrinas colocadas no centro do espazo. Ademais, unha das paredes da sala cubriuse completamente, a modo de papel de parede coas follas dun xornal moi especial: TEXTOSterona, un proxecto editorial colectivo á volta do nu masculino ideado e coordenado por Alexis W. TEXTOSterona consta de 96 páxinas en formato xornal e para o que o artista canario convidou a máis de 80 autores de diferentes ámbitos para reflexionar sobre o corpo do home desde un punto de vista estético, político ou sociolóxico.
Recomenda de lectura: Vir nudus est. Sobre la representación del hombre desnudo de Nicola Mariani.
Extracto da entrevista d’El Asombrario a Alexis W
¿Cuándo y por qué decidiste iniciar esta colección de desnudo masculino?
No decidí nada, ocurrió. Hace dos años recorría el Rastro de Madrid buscando desnudos masculinos atrapados en papel fotográfico para un amigo inglés que coleccionaba. Acabé desconcertado, solo pude encontrar dos desnudos sicilianos de finales del XIX que no se vendían y una de esas historias que deambulan de boca en boca por los recovecos del Rastro: “Hay un anticuario que tiene unos desnudos de Alfonso XIII…”. El Borbón era un gran pornógrafo; recuerdo Cine erótico en España en los años veinte, una serie de películas rodadas magistralmente por el Conde de Romanones en casas aristocráticas de Valencia por encargo del rey. Una verdadera joya para los amantes del porno. De esa frustración por no encontrar, nació el interés por preguntar. En Tenerife, de forma casual, me encontré un archivo con 20 imágenes de los años 50; pertenecían a un fotógrafo alemán que vivió en la isla y que se recreaba fotografiando el paisaje volcánico y el paisanaje local. Unas imágenes en las que reconocí formalmente muchos elementos que se conectaban con mis primeros desnudos. Me hice con el archivo y así nació el deseo de poseer cuerpos desnudos en papel fotográfico.
¿Y el concepto? Por lo que hemos podido ver, se aleja del discurso homo-erótico imperante hoy día, plagado de postureos y cuerpos de gimnasio.
Plantear una colección de desnudo masculino es acotar el perímetro del desnudo mismo; focalizar la búsqueda en un discurso como el homo-erótico es correr el riesgo de convertir la colección en un monólogo aburrido. Siempre me interesó explorar el cuerpo en la amplitud de sus posibilidades, indagar en todas sus posibles representaciones, buscando algo más allá de la pose y el postureo, buscando una belleza alejada del canon. Ese es el territorio de investigación, donde rastreo. He delimitado cronológicamente la búsqueda de fotografías desde el origen hasta los años ochenta, momento en que empiezo a hacer mis primeras fotos, mis primeros desnudos. Este parcelamiento no es casual, sino una coartada para cerrar el tramo de la contemporaneidad de la colección mezclando mis desnudos con los encontrados y trazando así un guión para un próximo proyecto expositivo y editorial. Este archivo encontrado me permite re-pensar desde la distancia el recorrido hecho sobre el cuerpo y el tema del género. El anonimato de las imágenes es otra peculiaridad a la que doy valor, porque nos pone frente a territorios de incógnitas e hipótesis.
Destácanos dos imágenes de tu colección a las que des especial significado.
Soy fan de las Guerras Mundiales. Me encantan las fotos de soldados desnudos, esos hombres posando en momentos de descanso en medio de aquel infierno terrorífico. Y también esa imagen de documentación de mi proyecto de La Ventana Indiscreta, que tiene un especial interés. Retrata muy bien el momento histórico que vivimos en este país a principios de siglo. El punk, el skin, la abuela, el beso de los chicos, la bandera del arcoíris casi republicana, el cruce de la diferencia y la normalidad. Todo resultaba ser un espejismo, una mentira.
¿Cómo piensas seguir alimentándola?
Sin demasiada pretensiones; me lo planteo como un juego en el que voy disfrutando y aprendiendo mientras busco, poniéndome en manos del azar para que se cimiente entre lo encontrado. Tengo algunos caminos con recorrido y otros abiertos con una sola foto a modo de apunte o punto de partida, esperando para adentrarme.
Ler a entrevista enteira aquí.
